Seminario Teológico Chafer
Contacto clave: Dennis Rosker
Página web: https://www.chafer.edu/
La misión del Seminario Teológico Chafer es glorificar a Dios en colaboración con las iglesias locales mediante la formación de maestros de la Biblia y el equipamiento de discípulos para el servicio en la edificación del cuerpo de Cristo.
Decidimos dar a nuestro seminario el nombre de Lewis Sperry Chafer porque admiramos el ejemplo piadoso que dio, en particular su claridad en la defensa de la gracia de Dios y su confianza constante en las Escrituras en una época en que muchos habían abandonado el Evangelio. El Dr. Chafer defendió la gracia de Dios en la salvación y en la vida del cristiano después de la conversión.
DISTINTIVOS CTS
- Hermenéutica literal. Aplicamos una hermenéutica consistentemente literal (histórica y gramatical) en cada sección de las Escrituras.
- Énfasis en la exégesis griega y hebrea. Creemos que la enseñanza de la Palabra de Dios en los idiomas originales es la mejor manera de edificar a los creyentes en la fe para un servicio fructífero. Por lo tanto, la exégesis griega y hebrea es fundamental para el programa educativo de nuestra escuela.
- La suficiencia de las Escrituras. Creemos en la completa suficiencia de las Escrituras, pues en ellas Dios "nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad". Sostenemos, por lo tanto, que la Palabra de Dios por sí misma es suficiente para preparar a una persona para una vida de ministerio eficaz.
- Teología Distinta. Como resultado de nuestra hermenéutica literal, creemos que Israel y la Iglesia son entidades distintas para siempre y que el propósito de Dios en la historia es traer gloria a Sí mismo.
- La gratuidad de la gracia de Dios. Nos aferramos a la "verdadera gracia": que Dios salva a la humanidad sólo por gracia mediante la fe sólo en Jesucristo. Ninguna obra antes, durante o después del momento de la fe inicial en Cristo contribuye en nada al don gratuito del perdón y la vida eterna que uno recibe a través de la fe en Jesucristo. La ausencia de buenas obras durante o después del momento de fe no resta nada de la posición eterna de uno en Cristo. Sin embargo, las buenas obras determinan si un creyente recibirá recompensas eternas.